Es extraño que Nicolás Ghesquière decepcione, pero esta vez lo ha hecho en su nueva colección de Louis Vuitton. Sus amazonas convestimentas futuristas no aportan nada nuevo y ni siquiera hay prendas bonitas y reseñables. Como salidas de la película de Mad Max, la colección mezcla lo bohemio con el cuero, los troquelados con las aplicaciones metalizadas, los crop tops con los chalecos, el traje sastre con el estilo deportivo, y el resultado es bastante decepcionante.
La colección primavera-verano 2016 de Louis Vuitton sólo nos trae algunos abrigos de cuero bonitos, incluso recuperando el famoso logo de la firma francesa, y unos vestidos largos de estilo bohemio que podrían estar sacados del desfile de Roberto Cavalli. De los monos estampados mejor no hablar porque son directamente feos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario